
El pasado sábado recibí en mi correo la newsletter de Games Workshop donde se anuncian las novedades de la semana, y entre lobo espacial por aquí, y lobo espacial por allá, un titular muy triste que anunciaba el fin de uno de los ejércitos con más carisma del viejo mundo de Warhammer: los Reyes funerarios.
Al acceder a su web, pude ver lo que son las últimas existencias de las huestes de Nehekhara junto unos iconos de reloj de arena que anuncian el fin de las reposiciones: cuando estas se acaben, no habrá más. Aquí podéis ver una captura de la pantalla. Os aviso de que se está agotando todo rapidísimo.
Finalmente se confirma que en los distintos planos de realidad que componen Age of Sigmar no hay sitio para mis queridos esqueletos egipcios. Y no es este un post de lloriqueo para quejarse una vez más de la decisión de Games Workshop de acabar con Warhammer, sino un pequeño homenaje al ejército que me cautivó allá por el año 2002 cuando, en pleno auge de sexta edición, apareció por primera vez en la White Dwarf. Su estética era fascinante, y el concepto de lanzar cánticos en lugar de hechizos convencionales me impulsó aquel mismo año a comprarme mis primeros regimientos de guerreros y carros.
A pesar de haber sido siempre una facción muy maltratada y debilitada con el paso de las ediciones, Reyes Funerarios es hoy el ejército que ocupa el lugar preferente de mi vitrina, y desde aquí, quiero despedirme de ellos y animaros a que os hagáis con alguna de las últimas cajas que quedan. Porque eso sí, una buena noticia sí que hay. Prácticamente todas las miniaturas se van a poder usar en la nueva lista Empire of the Dust de Kings of War. Y cómo no, la comunidad de 9th Age y las distintas iniciativas que surgen siempre van a seguir apoyando a todas las razas por mucho que estas desaparezcan. El problema a partir de ahora será comprar las miniaturas, pero seguro que saldremos adelante.

Redactor aficionado a la lengua japonesa, al coleccionismo friki y a videojuegos de todas las generaciones. Me verás comprando lo más buscado, pintando, leyendo manga o echando unas partidas. | Sígueme en Twitter