
Podría enredarme en discursos más elaborados o en profundizar acerca de la historia de Final Fantasy tanto en los videojuegos como en el cine. Podría, pero acabo antes y entretengo menos si digo que Final Fantasy XV: La película no me ha gustado un pelo. Y mira que la cosa pintaba bien durante unos primeros 40 minutos en los que una historia de corte clásico sobre la rivalidad entre dos reinos se mezcla con una impresionante estética que sabe coger la magia de la saga y ubicarla en nuestra era. Mira que además la puesta en escena de reyes, príncipes, princesas y soldados hace recordar las mejores épocas de Final Fantasy. Pero es que nada, ni con esas.
Nada se le puede echar en cara a esta película en cuanto al apartado técnico, que de eso va sobrado. El problema es que una vez más da la impresión de que en el cine fantástico moderno es posible lograr cualquier cosa menos contar una buena historia, que al fin y al cabo es en lo que consiste esto. Yo, la verdad, es que tengo tan perdida la fe que ya simplemente me siento en una butaca o sillón con la esperanza de que lo que se está contando me interese. Desgraciadamente esto cada vez es menos habitual, y Final Fantasy XV: La película no es ninguna excepción.
A estas alturas del siglo XXI ya no es novedad decir que el CGI está muy logrado y que lo que se ve en pantalla parece más real que la propia realidad. No menosprecio para nada la labor de los enormes equipos y a las horas y horas dedicadas a esta parcela, pero creo que cada uno debe estar siempre donde le corresponde y para hacer cine los efectos especiales deben estar al servicio de la historia, nunca al revés. Y ese es el gran problema de este film que sirve de antesala a Final Fantasy XV (juego que por cierto me está gustando mucho hasta el momento), que todo es una mera excusa para mostrarte imágenes espectaculares, combates entre seres muy grandes y muchos fuegos artificiales. ¿Un guión sólido? Eso ya para otra ocasión.
Quizá la culpa sea mía. Quizá yo le estoy pidiendo demasiado a una película con vocación de tráiler y a un tráiler con vocación de intro de videojuego. Posiblemente la intención del director Takeshi Nozue y su equipo no haya sido la de desarrollar unos personajes y una historia que te haga interesarte por ellos. Todo eso puede ser verdad, pero creo que a Final Fantasy hay que exigirle bastante más que un protagonista que no se sabe de dónde viene ni adónde va, una princesa que dice ser la clave de no sabemos muy bien qué y un exsoldado cabreado pululando por ahí. Se supone que esta película me haría entender el porqué del viaje de Noctis y su grupo en Final Fantasy XV pero ni ese cometido ha logrado cumplir. Aparte de con la belleza de sus imágenes me quedo únicamente con los personajes del rey Regis y el canciller de Niflheim. Os diría cómo se llama, pero todo lo que cuenta Final Fantasy XV: La película es tan fugaz que para acordarme de su nombre tendría que indagar por la red, y la verdad, no estoy dispuesto a hacer el esfuerzo.

Redactor aficionado a la lengua japonesa, al coleccionismo friki y a videojuegos de todas las generaciones. Me verás comprando lo más buscado, pintando, leyendo manga o echando unas partidas. | Sígueme en Twitter